Un lugar que he visitado en varias oportunidades, pero al que nunca le di un espacio propio en este blog es Huaytará. Se trata de un pueblo muy bonito, el cual está ubicado en el departamento de Huancavelica, muy cerca de la frontera con Ica.
Hace unos días, mientras conversaba con unos amigos sobre un lugar cercano que pudiéramos visitar, saltó la posibilidad de Huaytará como destino. Era ideal, pues queda muy cerca de Lima, el acceso es sencillo y cuenta con comodidades suficientes para el viajero estándar.
Para hacer esta ruteada más interesante, añadimos un recorrido por las lagunas de Castrovirreyna (otra provincia de Huancavelica) en lo que se le conoce en algunos textos como “La Ruta de los Espejos”. Se le denomina así por la enorme cantidad de lagunas que hay en dicha zona. He leído que llegan a ser más de 100. Aunque la mayoría no son muy accesibles, las más importantes están alcance de la mano.
Rumbo a Huaytará
El viaje lo iniciamos el viernes 2 de agosto. Partimos en dos autos temprano en la mañana (6:30am) y tomamos rumbo sur por la Panamericana. A la altura de Chilca hicimos una breve parada para desayunar.
Nuestro camino siguió por la Panamericana Sur hasta llegar a la altura del pueblo de San Clemente, en Ica. En este punto es donde inicia la carretera de internamiento conocida como la Vía Los Libertadores. Esta carretera ya la hemos mencionado en anteriores relatos, pues es el mismo camino que se sigue para ir a la ciudad de Ayacucho. Ingresamos a ella y continuamos nuestro trayecto.
En los primeros kilómetros de esta vía hay una gran cantidad de grifos y comercios, donde aprovechamos para cargar combustible y comprar agua y algunos snacks.
Tambo Colorado
A la altura del km 35 se encuentran las ruinas de Tambo Colorado, en donde nuevamente hicimos una parada. Tambo Colorado fue un asentamiento Inca compuesto por una serie de construcciones laberínticas. Debe su nombre a que sus paredes estaban originalmente pintadas de Rojo. De hecho, esto puede notarse a simple vista si se examinan los muros y ventanas de sus construcciones.
Hicimos el recorrido respectivo, nos tomamos algunas fotos y continuamos nuestro viaje.
Huaytará
Más adelante, en el km 112, se encuentra el ingreso a Huaytará. Este pueblo, de poco menos de 1000 habitantes, se encuentra a 2,600 msnm y es capital de la provincia del mismo nombre. En esta época suele tener un clima bastante agradable, con mucho sol en el día y noches frías pero manejables.
La provincia de Huaytará es la más extensa de las siete que conforman el departamento de Huancavelica y es conocida como la “Capital arqueológica de la Región de Huancavelica”, por la gran cantidad de vestigios históricos que se encuentran en los alrededores, entre los que destaca la iglesia San Juan Bautista.
Iglesia San Juan Bautista de Huaytará
Ubicada a dos calles de la plaza principal, fue construida en el siglo 16 sobre lo que fuera un templo inca. Este sitio es tan impresionante que es visible a lo lejos desde la carretera. Ha sido también escogido para adornar a una de las monedas de 1 sol de la conocida colección «Riqueza y Orgullo del Perú».
Se obtiene ingreso al patio lateral, comprando un ticket en el museo de sitio que se encuentra a la espalda de la municipalidad. Una vez dentro, se puede observar también lo que sería un baño inca, con una piedra enorme en el medio.
Este tipo de construcciones son comunes y se pueden ver en varios sitios en todo el país. Se me vienen a la cabeza el de Huarautambo en Yanahuanca (Pasco) y el de Intihuatana en Vischongo (Ayacucho).
El Hotel
Llegamos cerca de la 1pm. Lo primero que hicimos fue registrarnos en el hotel “SAMA”, ubicado a media cuadra de la plaza principal. Los precios son accesibles y el servicio bastante aceptable.
Luego, fuimos a almorzar. Si bien es cierto que opciones no nos faltaron, el sitio que elegimos no resultó ser de nuestro tal agrado. La comida estaba ok, pero se demoraron una eternidad en servirnos. No recuerdo honestamente el nombre del local, pero un consejo sano (que aplica para cualquier lugar): pregunten a los lugareños. Nosotros no lo hicimos y perdimos.
Incahuasi
Luego de almorzar regresamos al hotel a asearnos y descansar un poco. A las 3:40pm nos reunimos nuevamente para salir hacia nuestro siguiente destino: el sitio arqueológico de Incahuasi.
Este lugar se encuentra a unos 25 minutos de Huaytará, siguiendo por la Vía los Libertadores (a la altura del km 132 aproximadamente).
Para ingresar a las ruinas hay dos opciones. La primera es dejar los autos a un lado de la carretera y bajar a pie. El descenso es de unos 10-15min pero, considerando que en este punto estamos a casi 4,000 msnm, el retorno (en subida) puede ser extenuante si no estás aclimatado o no posees el físico necesario. Ojo con eso.
La segunda opción, es bajar con los autos por un camino de herradura que conduce hasta un punto bastante cercano a las ruinas. Sin embargo, este camino sólo es recomendable para vehículos de buena altura. El último tramo tiene muchos huecos y es empinado. Si tienes una camioneta no deberías tener problemas, pero si vas en un sedán, mi recomendación es optar por la primera opción.
Estuvimos algo más de una hora en el lugar sacándonos fotos y pasándola bien. Luego, regresamos a Huaytará.
Alrededor de las 6:15 estábamos de vuelta en el hotel. Nos volvimos a reunir 7:30 para ir a cenar. Esta vez escogimos un lugar con gente y nos fue bastante mejor.
La Noche en Huaytará
A eso de las 8:30 estábamos nuevamente en la plaza y decidimos visitar el mirador, una caminata de no más de 5 minutos. Como era de noche, no esperábamos ver mucho, pero igual fuimos. Sin embargo, lo oscuro del lugar nos permitió darnos cuenta del espectáculo que se estaba dando sobre nuestras cabezas, en el cielo.
Eran miles y miles de estrellas. Pocas veces he visto algo así con tanta claridad sin tener que poner mi cámara en larga exposición. La vía láctea estaba ahí y era totalmente notoria a simple vista. Fue algo que nos dejó maravillados a todos.
Saque la cámara inmediatamente para las fotos respectivas. Sin embargo, me faltaba algo importante. En el cielo estaba el espectáculo pero en la tierra no podía encontrar algún elemento interesante para componer la imagen y dotarle de ubicación para que no sea una foto de puro cielo.
Lo ideal era poder hacer la toma con la iglesia San Juan Bautista. Sin embargo, a esa hora el acceso al templo estaba cerrado. Teníamos que ubicar a don Florencio.
Buscando a Don Florencio
Fue así que nos dimos la tarea de ubicar a don Florencio Torres, la persona que administra el museo de sitio y el acceso al templo para los turistas. Es un pueblo pequeño, así que todos deben conocerlo –pensamos.
Iniciamos nuestras averiguaciones preguntando en la comisaría. Ahí nos derivaron a la dueña de un restaurante ubicado en la plaza. Esta persona, a su vez, nos derivó al dueño de otro local a dos calles de ahí. Finalmente en este sitio nos dijeron donde vivía don Florencio, así que fuimos por él.
Cuando llegamos a su casa, él se encontraba ya descansando. No obstante, una de sus hijas muy amablemente accedió a dejarnos entrar. Nos acompañó hasta el lugar, nos abrió la reja que conduce al patio lateral de la iglesia y pudimos empezar a hacer las fotos.
Finalmente conseguí lo que buscaba y pude sacar la foto del icónico templo con el cielo decorado por las miles de estrellas. Hicimos algunas fotos grupales también. Fue un momento muy entretenido.
Regresamos al hotel alrededor de las 10:30pm a descansar y prepararnos para visitar la Ruta de los Espejos.
La Ruta de los Espejos
Al día siguiente salimos temprano, cerca de las 6:15am. Tomamos nuevamente la vía Los Libertadores hacia el este, como quien se va para Ayacucho. La carretera es una seguidilla de curvas cerradas hasta que alcanza los 4,200 msnm. A partir de ahí se alcanza un plano enorme donde la carretera tiene grandes rectas, algunas, de varios kilómetros.
Llegamos a Rumichaca a las 8:40am. En este punto la carretera se bifurca. Por la derecha se continúa hacia Ayacucho. Por la izquierda, en cambio, el camino atraviesa la provincia de Castrovirreyna (donde se encuentran las lagunas que íbamos a visitar) y llega eventualmente a la ciudad de Huancavelica, capital del departamento.
Aprovechamos la parada en Rumichaca para tomar desayuno. Matecito de coca bien caliente y su choclo con queso para cada uno. Tras unos minutos de descanso, continuamos por el camino que lleva a Castrovirreyna.
Lagunas Choclococha y Orcococha
Anduvimos por unos 27km antes de encontrarnos con la primera, la más grande, la más sonada y quizás la más bonita de las lagunas que forman parte de la Ruta de los Espejos: la laguna Choclococha. En este punto ya bordeábamos los 4,600 msnm.
El camino transcurre al borde de esta inmensa laguna, lo que nos permite disfrutarla por varios kilómetros. Un poco más allá, paramos en un punto donde se podía apreciar la laguna en todo su esplendor.
Poco rato después llegamos al poblado de Santa Inés. Aquí la carretera nuevamente se divide en dos. Por la izquierda el camino conduce al poblado de Castrovirreyna, luego de pasar por lagunas como Orcococha, Pacococha y San Francisco. A la derecha, en cambio, se sigue al poblado de Choclococha y eventualmente hasta la ciudad de Huancavelica.
Como la laguna Orcococha estaba en nuestro itinerario, tomamos temporalmente el desvío por la izquierda. Apenas unos 800 metros más allá pudimos ver esta otra inmensa laguna. Orcococha compite en extensión con su “gemela” Choclococha, pero es mucho menos profunda. De hecho, ambas lagunas están conectadas por unos canales, que llevan el agua de Orcococha hacia Choclococha.
En el lugar aparecieron decenas de llamas y alpacas. Aprovechamos para sacar unas bonitas fotos.
Dimos la vuelta en U de regreso al pueblo de Santa Inés, desde donde continuamos nuestro viaje hacia el pueblo de Choclococha.
Pueblo Fantasma de Choclococha
Unos 8 kilómetros más adelante habíamos arribado al poblado de Nueva Choclococha. Nos manteníamos siempre alrededor de los a 4,600 msnm. Justo a la salida del pueblo, sobre la derecha, inicia un pequeño camino de herradura que conduce al poblado antiguo de Choclococha, donde yacen aún en pie los restos de las antiguas casas, del cementerio e incluso de su iglesia principal, la cual posee un lindo campanario.
El pueblo antiguo tuvo que ser abandonado hace muchos años ante el riesgo de la subida del nivel de agua del lago Choclococha, que amenazaba con inundarlo. El pueblo se trasladó a su nuevo lugar, unos metros más arriba.
Laguna Pultocc
Nuestra siguiente (y última) parada sería en la laguna Pultocc, unos 5 km más adelante. Esta laguna se ubica a 4,700msnm (punto más alto de nuestro recorrido) y es bastante más pequeña que las dos anteriores, pero no por eso deja de ser muy bonita. El toque especial se lo dan los nevados ubicados en el fondo.
En esta laguna, al igual que en Choclococha, hay criaderos de truchas y se pueden avistar patos silvestres. Nos quedamos unos minutos para las fotos de ley.
Retorno a Lima
Era cerca del mediodía cuando iniciamos el camino de regreso. Llegamos a Huaytará aproximadamente a las 2:15pm donde paramos para almorzar. Tras ello, iniciamos nuestro retorno a Lima.
Durante el descenso, hicimos una última parada en Huáncano (km 65 de la vía Los Libertadores) para abastecernos de los tan afamados alfajores. Muy recomendado.
Llegamos a Lima alrededor de las 8pm.
Para terminar, y como ya es costumbre, les comparto el mapa de ruta usado en esta salida. Incluye las coordenadas de todos los puntos mencionados en este post.
¡Hasta la próxima!
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