Tercer día en Puno. Eran cerca de las 7:30am del primer día del 2017. En la recepción del hotel nos esperaba Edwin, quien sería nuestro guía y chofer durante este día. Una persona muy conversadora y agradable.
Partimos rumbo norte hacia nuestro primer destino, la ciudad de Lampa. Para ir hasta allá debíamos primero llegar a Juliaca por la misma vía (3S) y de ahí tomar la carretera que comunica Juliaca con Lampa, un tramo en excelente estado que lo recorrimos en apenas cuarenta minutos.
Lampa: La Ciudad Rosada
Una vez en La Ciudad Rosada, uno rápidamente se da cuenta por qué le llaman así: las casas y las calles en general tienen un tono rojizo que le otorgan una vista muy bonita.
En el centro de la ciudad hay dos plazas, una junto a la otra, que flanquean los lados norte y oeste del Templo de Santiago Apóstol, una de las bellezas arquitectónicas más imponentes de Puno. Pagamos tres soles cada uno para poder conocer los interiores del templo. Entre sus muchos tesoros se encuentra una imagen de Cristo hecha en cuero y un órgano de gran tamaño. Luego visitamos las catacumbas y sus pasajes subterráneos.
Al otro lado del templo se encuentra la Capilla de La Piedad. Se trata de un pequeño domo con dos ventanas laterales, a través de las cuales puede verse el interior. Por dentro las paredes llevan colgados decenas de esqueletos humanos. En la parte inferior descansan los restos de Enrique Torres Belón.
Torres Belón fue un Ingeniero y político lampeño que llegó a ser Senador de la República. Fue uno de los personajes más ilustres de Puno. Entre las cosas por la que se le recuerda, es haber conseguido que El Vaticano autorice la elaboración de una réplica en yeso de La Pietá, la famosa obra de Miguel Ángel. La idea original era colocar esta réplica en la parte superior del domo. Sin embargo, debido a su elevado peso, se mandó a construir otra réplica de menor tamaño y en material más liviano (aluminio) que es la que se observa actualmente ahí. La copia de yeso se mantiene guardada en el palacio municipal.
Restauración de «La Piedad» del Vaticano
En 2015 tuve la oportunidad de viajar a Ciudad del Vaticano y conocer la escultura original. No es posible acercarse a ella pues se encuentra protegida por un grueso vidrio. Esta protección fue puesta luego de que sufriera un atentado en 1972 que dejó severos daños en la imagen. Cuenta la historia que el equipo de restauración vino a Perú para usar la réplica de Lampa como base para corregir la original.
Fuimos luego a visitar el Palacio Municipal. En el patio interior resaltan dos imágenes colocadas sobre sendas bancas: una de Torres Belón y otra de Víctor Humareda, conocido pintor también de origen lampeño. Visitamos la biblioteca, la cual cuenta con una amplia colección de libros, gran parte de ellos donados por el desaparecido senador. También hay fotografías de la época y un mapa del Perú del siglo 19. Al fondo de la biblioteca está la habitación donde se encuentra la réplica de yeso de La Piedad.
Otro lugar que queríamos visitar en Lampa era la casona Valdez. Ubicada en plena plaza y frente al palacio municipal, esta casona es conocida por que en su patio existe un Juego de la Oca hecho con piedras. Se trata de un juego muy conocido en España y de características similares al popular Ludo que todos hemos jugado alguna vez. Llamamos a la puerta incontables veces pero nunca nadie nos abrió. Era el día de año nuevo, por lo que el dueño seguramente estaba recuperándose de las celebraciones de la noche anterior. Frustrados, sólo pudimos conformarnos con ver un pedazo del patio desde un hoyo en la puerta de la casona. Algo es algo.
Antes de retirarnos de Lampa, pasamos por su puente colonial, otro de sus atractivos. Sacamos unas fotos y seguimos nuestro camino hacia nuestra próxima parada, Pucará.
Pucará: La tierra del Torito
Luego de cincuenta minutos por carretera, siempre con rumbo norte, habíamos llegado. El atractivo principal aquí, sin duda es el Torito de Pucará. En las inmediaciones hay un sinnúmero de talleres dedicados a fabricar figuras de todos los tamaños y colores del afamado torito. Nosotros pudimos ingresar a una y aprender un poco del proceso de elaboración del mismo.
Pese a la cantidad de talleres, nos fue un poco difícil encontrar una figura que nos gustara. Ese día había muy poca oferta para la venta y de las piezas que quedaban la mayoría tenía fallas visibles de producción. En la zona nos explicaron que, días antes, habían enviado una gran cantidad de mercadería a Cuzco con motivo de las fiestas y que por ello los talleres lucían casi vacíos. Felizmente, luego de buscar un poco, encontramos dos toritos que nos gustaron (siempre se compran de a dos).
En Pucará también se puede visitar el Templo de Santa Isabel, edificado en el siglo 18 y declarado Patrimonio Cultural de la Nación en 1972. Recorrimos toda la cuadra que bordea el templo buscando una buena toma de la iglesia, una donde se pudiese apreciar el detalle de su cúpula trasera. Creo que lo conseguimos.
Lamentablemente no llegamos a conocer todo lo que hubiésemos querido de Pucará. Dos cosas se quedaron en nuestra lista de pendientes. Primero, el museo lítico, ubicado en plena Plaza de Armas, que aquel día de año nuevo estuvo cerrado y, segundo, el complejo arqueológico de Kalasaya, ubicado en las afueras del pueblo, que por razones de tiempo no alcanzamos a conocer. Definitivamente para disfrutar bien esta ruta se le debe dedicar no menos de dos días.
Llegó la hora del almuerzo y para ello fuimos al pueblo de Ayavirí, ubicado a unos 30 kilómetros al norte de Pucará. Ahí fuimos a probar el afamado Kankacho, plato típico de la zona. Se trata de una especie de asado de cordero preparado a la leña con papas y ají. Muy rico.
El Cañón de Tinajani
Unos dos kilómetros antes de llegar a Ayavirí, por la izquierda se encuentra el desvío que nos llevó al Cañón de Tinajani. En nuestro recorrido, impresionantes estructuras rocosas de varios metros de altura y de formas caprichosas adornaron el bello paisaje serrano. Aprovechamos para tomar varias fotos. En el sitio se respira mucha tranquilidad. Es una verdadera joya que todos deberíamos visitar.
De vuelta en Puno: Mirador de Huajsapata
Poco más de las 4pm emprendimos el camino de regreso. Ya en Puno, hicimos una parada breve en el mirador del cerro Huajsapata. Desde este lugar se logra una vista panorámica de toda la ciudad con el Titicaca de fondo. En el sitio hay una gran estatua del inca Manco Cápac apuntando al lago. Nos quedamos un rato más ahí antes de ir al hotel.
Esa noche hicimos un cambio de alojamiento. Nos movimos del Taypikala Lago a otro más sencillo ubicado unos 10 minutos hacia el norte, llamado Yatch Lago. Considerando que pasábamos la mayoría del tiempo fuera del hotel, el plus del Taypikala (Piscina, Spa y otros) no los estábamos utilizando, es así que decidimos hacer este cambio básicamente para optimizar costos.
Aquí les dejo el mapa de los sitios que visitamos en el tercer día de nuestro viaje a Puno. Deben hacerle zoom para ver el detalle de los puntos.
En la siguiente publicación les contaré de nuestro cuarto día en el que visitamos el portal de Aramu muru y el pueblo de Juli.
(continuará..)