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Ica: Visitando el Cañón de los Perdidos

En lo que iba del año, todas nuestras salidas habían sido a la sierra.  Para variar un poco, esta vez escogimos la costa, específicamente Ocucaje, al sur de Ica.   Ya hacía buen rato que sonaba el nombre del “Cañón de Ocucaje” o “Cañón de los Perdidos” como destino turístico de la zona, así que decidimos ir a conocerlo.  En esta ocasión nuestros compañeros de viaje serían nuevamente Max y Luis Felipe, con quienes había hecho la ruta a Oyón meses atrás.

Quedamos el domingo 16 de octubre en encontrarnos a las 5:30 am en el grifo Kio que está pasando el primer peaje de la Panamericana Sur.   Llevábamos parrilla y algunas cosas para almorzar allá en el desierto.  La primera misión del día fue conseguir el hielo.  En Kio no había, ni en los siguientes 2 grifos.   Felizmente, en el tercero encontramos y pudimos proseguir.

Max sugirió parar a desayunar en un local llamado “El Tambo Rural”, ubicado a la altura del kilómetro 51.  Su especialidad son los panes rellenos.  Personalmente me agradaron bastante los de queso con cabanossi. Muy recomendados.

Continuamos nuestro viaje.  Nos agarró, para variar, tráfico en Chincha.  Honestamente, el tramo de la autopista que va hasta Pisco evitando el centro de Chincha ya se hace muy necesario, ojalá lo inauguren pronto.

Llegamos a Ocucaje (tras hacer una parada extra para llenar combustible en Ica), poco antes de las 11 am.   La premisa era buscar en los alrededores de la plaza alguna persona que nos haga el guiado hasta el cañón.   En caso no consiguiéramos a nadie, como plan B, llevaba en el GPS un track de Wikiloc que nos marcaba el camino hasta allá.

Fuimos a preguntar en la comisaría, y ahí nos indicaron que un par de cuadras más arriba vivía un señor de nombre Santos Uchuya.  No fue para nada difícil dar con él ya que todos por ahí lo conocen.  Por el guiado, el señor Uchuya nos cobró 120 soles por las tres camionetas.   Luis Felipe y su Land Cruiser liderarían la caravana hasta el cañón, por lo que el señor Uchuya fue su copiloto.

Empezamos el recorrido y rápidamente salimos de Ocucaje para insertarnos en el desierto, viajando siempre en paralelo al río Ica.  Un poco más allá pasamos frente al caserío de Callango.  El camino en todo momento era una trocha de arena dura, por lo que cualquier vehículo de tracción simple podría llegar sin problemas (no hay riesgo de atollarse).  Eso sí, por ratos el camino es muy calaminado o tiene muchos baches así que, si no se cuenta con un auto alto, debe irse suave nomás.

Cañón de los Perdidos

Camino al Cañón a la altura de Callango

Más adelante llegamos a una zona abierta donde el camino se puso divertido y empezamos a intercambiar posiciones entre los tres para hacer menos monótono el recorrido.  Grabamos un vídeo de esto. Aquí se los comparto:

Llegamos al cañón aproximadamente en 1 hora.  Se trata de un boquerón inmenso que se abre en medio del desierto por el sitio donde discurre un riachuelo de nombre “Río Seco”.  Al interior del cañón se puede apreciar tres plataformas, cada una más profunda que la otra.  En la parte más profunda se forman como pequeñas pozas de agua de color verde, producto (quizás) de las filtraciones provenientes del cercano río Ica.  Según nos contó el señor Uchuya, el río Seco sólo trae agua en épocas de lluvia en la sierra (de diciembre a marzo).

Cañón de los Perdidos

El Cañón de los Perdidos

Como el sitio está en medio del desierto hay que tomar sus precauciones.  En principio, siempre llevar un buen bloqueador solar, lentes para sol, ropa ligera, alguna gorra y mucha agua.

Cañón de los Perdidos

Todos en el Cañón

Cañón de los Perdidos

Todos en el Cañón

En los alrededores es muy fácil encontrar fósiles marinos.  Lugar donde pisas, lugar donde encuentras algo.  Nosotros encontramos restos de dientes, conchas marinas y caracoles.  Nos contó Santos que en el lugar se ha encontrado restos de tiburones y otros animales marinos.  De hecho, la plaza de Ocucaje no lleva la estatua de algún mártir de la independencia, sino de la cabeza de un tiburón, al mismo estilo de la película de Spielberg.

Plaza de Armas de Ocucaje

Plaza de Armas de Ocucaje

Toda esta zona estuvo cubierta por el océano hace miles de años.   Justamente, en Ocucaje hay un museo paleontológico recientemente inaugurado, donde se exhiben los fósiles encontrados por estos lugares.  Muy interesante.  Hay que regresar para visitarlo.

Para quienes les interese el tema de los fósiles, pueden ver este programa de #AmbienTv donde cubren en mayor detalle todo esto.

Si caminamos por el borde del cañón se pueden encontrar varias salientes que tienen formas de animales.   Nos llamó particularmente la atención una que parecería ser la cabeza de una tortuga.  ¿Qué opinan?

¿Una tortuga?

¿Una tortuga?

Estuvimos por la zona poco más de una hora y emprendimos el retorno.  El viento empezaba a soplar fuerte y era impensable hacer la parrilla ahí.   Regresamos a Ocucaje, buscamos un rincón con sombra (casi no hay) y ahí nos instalamos y armamos la parrilla.  Nos quedamos en el lugar pasando un rato agradable comiendo y conversando con los amigos.

Almorzando en Ocucaje

Preparando la Parrilla

Cerca de las 5pm emprendimos el retorno a Lima.  Ya de noche, una inmensa luna llena nos acompañó todo el camino.  Era tan bonita que paramos un instante para sacarle esta foto:

Luna llena

Luna llena

Aquí comparto el mapa con la ruta que hicimos para llegar al cañón.

Muy bonita experiencia que bien valdría repetir en épocas de verano.  Por si se animan a ir, y necesitan un guía, aquí les paso el celular del señor Santos Uchuya: 956 726 261.

¡Hasta una próxima!

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